viernes, 4 de julio de 2008

Albúm de Espejos o los que están al Otro Lado...


Si voy a desnudar las visiones ante mis ojos de aquellos que están al otro lado, es de cortesía que empiece yo mismo. Quienes son o han sido pasajeros sin nombre del Habitante del Espejo sabrán que antes de convertirse en un errante itinerario por los rincones de la ciudad inmortal fue primero escenario de mis obsesiones frente al espejo. Lo que siempre pensé que era sino otro más de mis recurrentes caminos sin salida se tornó en un fascinante viaje por parajes de mi olvido que sólo mis ojos desentrañan. Esta extraña habilidad de reconocerse y des-reconocerse al tiempo me sirve para ver a otros tras su fisuras, como si el espejo estuviese en mi retina cuando les veo. Hay en ellos semblantes que reconozco de otro tiempo y lugar, que desde luego no podré documentar con precisión, pues apenas puedo hacerlo con mi propia imagen, pero que sin duda esbozaré en sus esencias, mal que me maldigan por ello.
El misterio del espejo está servido... en mi caso, como el de la simpática foto que ilustra este texto, siempre soy capaz de tener una perspectiva distinta... El gato se ve león, pero siempre imagino que al otro lado hay un león que ve un gato en su reflejo... mi pregunta, mi duda, siempre ha sido adivinar en qué lado de los dos del espejo me encuentro... y quien soy, si gato o león... Lo que es evidente es que ninguno se contempla tal cual es en el cristal. Esa es la primera certeza, mi primera y única certeza. De esos dos reflejos, de esas dos mentiras a medias y esos dos verdades inciertas quiero dar cuenta. Aquí, como ya sabéis aparecerá una de las dos, decidid si gato o león... Allí, en el Habitante, en el reflejo de este mismo espacio, aparecerá el otro. Sólo es mi percepción, lejos de ser una verdad constatada o constatable... sólo será literatura, para la mayor parte de la gente...