jueves, 9 de septiembre de 2010

19.

Tengo un beso
preguntando tu nombre
durmiendo en los labios

Tengo un cielo
esperando su estrella
disfrazada de niña

Tengo un latido
buscando la sangre
que le dé sentido

Tengo un abrazo
enfriando en la nevera
por si vuelves a buscarlo

Tengo un verso
durmiendo en silencio
soñando contigo

tengo un sueño
caminando en círculos
por si despierto

Tengo un eco
que me recuerda a diario
que sigo perdido

tengo una voz
que me susurra al oído
que estoy loco por verte

Tengo un camino
en dirección opuesta
y sin sentido





20.

Me condena pensarte
Tenerte dentro
como parte de mis obsesiones
y mis certezas
alumbrarte con ojos de niño
creerte y creerme
nacerte desde dentro, sin malicias
recorrerte en imaginaciones
Me condena pensarte
agarrarme a tus labios sonrientes
admitir que los necesito
como aliento de moribundo
en mis pulmones
Me condena confesarte
que te añoro de madrugada
y mientras duermo, sin saber
si tú me añoras




21.

No hay ley ni Dios que juzgue latidos
En los corazones
Ni sonrisas en los labios
No puede ser ilegal querer morirse en tu boca
Reencarnarse en una de tus pestañas
Para enseñarte a volar con los ojos
No puede
No puede haber moral que castigue los abrazos
Los besos imaginados y los que mueren
En mis labios
Ni los deseos incumplidos que buscan
agarrarse con las uñas para cumplirse
desangrarse si es necesario
por mucho que lo piense
no encuentro motivos para castigar
las lágrimas por la distancia,
por los kilómetros en años
por las vidas que te llevo buscando
por las páginas del libro
que te llevo por delante
y sin embargo
cuando sigues mis huellas,
en la distancia, se hacen eco
y humos en el horizonte
No puede haber quien sancione
las palabras escritas en sangre
los ecos de quien soy en verso
he tenido la magia de aliada
para susurrarte al oído
que las madrugadas solo existen
para nosotros
No imagino, no puedo imaginar
Me revelo
Que haya sentencia para el amor




22.

Me muero por saber qué dicen tus silencios
Tus palabras no dichas, tus rincones
Esquivos, tus latidos, tu pensamiento último
A los pies de la cama, tu sonrisa
Tu respiración azul, la yema de tus dedos
El código de tus pestañas, me muero
Por conocer el color de tus besos
El sabor de tus emociones, de tus sueños
Si me dibujas en signos, si me alojas
Si habito bajo tu almohada
Mientras duermes
Bajo las sábanas, en tu ventana
Me muero por saber cómo suena mi nombre
En tu suspiro, si hay suspiro, si se sabe
Mi nombre, me muero
Por saber tus direcciones,
Los ángulos muertos de tu piel
y tus pasos, dónde
caminas, si mi voz te guía
si el paso es firme, si dudas, si huyes
si evitas mi sombra
…si me necesitas




23.

No hay silencios, sólo los imaginas
Mira mis ojos que hablan, mis dedos
Gritando tu nombre en ecos que vuelven
Sin tu nombre, arrastrando con ellos
Las rimas muertas no escritas que esperas
Alumbrándote cielos color rojo, tu rojo
Encendido, que tan bien te sienta
Piensa
Que si al levantarte no hay rimas
Es porque han pasado la noche
buscándote




24.

Nos pertenecemos…
Te pertenezco, me perteneces
Por encima de la razón o el miedo
Legítimo, que atenaza, como el vértigo
Sobrevolando estepas, horizontes
Que imaginan imposibles, sin serlo
Solo imaginan, sin certezas
De que nada sea imposible
Pero es posible que te pertenezca
Porque te nací en un verso, soñado, intuido
Te hice carne de una estrella
Y busco su hueco cada madrugada
Para encontrarte, buscándome, si me buscas
Porque me buscas, lo noto, lo siento
Me cuesta creerlo, lo invento, incluso lo finjo
Pero sé que me buscas, porque yo te busco
Y nos pertenecemos…
En las nubes, en el pensamiento
En los besos soñados, robados, ocultos
En las miradas, que no hablan
pero gritan, canciones en códigos
del latido del alma, de labios huérfanos
y dedos postizos que acarician rostros
Que no son tu rostro, que son tu rostro
Pero nunca mis dedos, y necesito
Tu voz al otro lado de la ventana
Como un adicto y me pregunto
Si tú me necesitas y no hay respuesta
Pero hay miradas, que lloran que pelean
Que levantan las rodillas y los puños en alto
Corazones en los puños y puños
en las gargantas
A veces susurran como en un canto
Y no me atrevo a creerlo
que me perteneces y te pertenezco
Con tus latidos de tinta sobre mis páginas
Manchando de sangre caliente
mi blanco impoluto, mis renglones torcidos
mi lengua mezquina, mi espacio vacío
mi corazón pequeño y viejo
en tu corazón gigante, en el centro
de tu cuerpo de niña, sin ser niña
que quiere ser niña de nuevo, perdida
en la isla y pretende crecer sin crecer
y yo la sigo, la creo
sonreír para siempre, volverse estrella
de nuevo, rendirse al amor imposible,
imposible
y siempre posible
Porque todo es posible
desprenderme del nombre y darte mi nombre
si lo aceptas, si lo pides y tomarte
cargado de magia porque eres magia,
cargada de dudas, en mis dudas
renacida en mi versos cada noche
y en mi último pensamiento y el primero
muerto en tu aliento que vive en tus labios
revive en tu silueta, Lázaro resurgido
esperando el milagro
de que me pertenezcas,
porque yo te pertenezco, no hay duda
desde el primer minuto, el primer segundo
rendido, hipnótico, derrotado
desde que vi tu vuelo, altivo y seguro
y me enseñaste a volver a querer
sin hacer preguntas
a cerrar heridas, a no dormir para soñar
a inventarme la vida y apostar mi alma
en un beso, tu beso, ese beso inexistente
perdido, que te busca y calla
que dice: «me importas, no huyas
vuelve, habla, ven, no te vayas
quédate, si no te importa, te espero
en silencio, sin prisas, sin tiempo
sin cuerpo, sin miedo y con miedo,
perdona, amor, incluso, te quiero»
Rebota el eco
en las paredes
se lleva tu nombre, me trae el frío
y te pierdo, pero no te pierdo
porque tienes mis raíces, mis párpados
y nos pertenecemos
en el equilibrio del mundo
en clave de sol y de cielo, también de Luna
entre las notas de tu piano, entre tus dedos blancos
en armonía y tormenta, en días grises y claros
en silencio, en ausencia y espíritu
en cuerpo y alma, sobre todo en alma
sobre todo en cuerpo
sobre todo tú, hasta fundirte, evaporarte
en mis pulmones, con mi aliento
sobre todo nada, sobre nada, todo
sobre ti, solo tú, de nuevo
nacida, renacida, hoy, como un milagro
aunque lo dudes, aunque no te importe
cerrando el círculo abierto, hace tiempo
en el calendario de mi vida
cambiada por una niña
presentida, sentida, esperada
íntimamente ligada a los recuerdos
y los sueños
incumplidos que piden cumplirse
abandonarse a una utopía, perseguida
culpable, imprudente, ilegal, casi absurda
probablemente ilegítima
pero mía, pero tuya, pero nuestra
y me cuesta la vida admitir la evidencia
que todo el camino, que toda mi vida
sólo tiene sentido si…
nos pertenecemos




25.


Hola, buenos días
¿qué tal?
Mira el sol en la ventana
Siempre es el primero en saludar
Para dar la bienvenida
Se viste de gala para recibir tus ojos
Cansados, perezosos, remolones
El primero en vestir tu melena
de oro encrespado y teñir
tu piel antártica de alba primorosa
los gorriones están de fiesta
creo que te han oído despertar
tu olor aún persiste en la almohada
como la tierra mojada
El horizonte despunta de brillo en un guiño
La luna aún quiere despedirse en su trono
El sueño se resiste a dejarte celoso
Y la mañana despereza contigo
La ciudad despierta para abrazarte
Y echa de menos tu sonrisa
Como yo la extraño y tu voz
Ausente, la reclama la brisa y el viento
Todo despierta y yo duermo
En mi ciclo de madrugadas vacías
Con la única esperanza
De que el día venidero
De punta en blanco para ti
Te recuerde en un beso
Que un corazón se detiene
En tu silencio




26.


Me sobra el tiempo, endemoniado
Y esquivo para encontrarte
Dibujada en la hierba, Princesa
Del silencio, ausente, de mis sentidos
Me falta, el tiempo, para decirte
Las cosas que me aterra confesar
En privado, me falta
El corazón para habitarte, desnudo
Entre los brazos, sin tiempo
El que me roban, con tiempo
El que me falta
Me sobra el corazón para quererte
A destiempo y en la distancia
Del calendario que separa
Mi tiempo de tu tiempo
Me falta el aliento
Si estás cerca y tu figura
Se hace carne, corazón
El que me falta, sin latidos
Me sobra el aliento, para amarte
En secreto y escribirte
Un verso sin aliento
Un beso de tus labios
Me sobra el pensamiento
Sin aliento, corazón, sin tiempo
Y sin medida, que desarme
El juicio y la razón que me enloquece
Sin tiempo el corazón sin aliento
Me falta, con razón, el pensamiento
En tu aliento de silencio para pensarte.





27.


¿Qué voy a hacer si un día descubro que te quiero?
Si sólo encontrase tu nombre susurrado en mis latidos
Y sólo a través de tus ojos se dibujase la madrugada
¿Qué haré si el pulso se me acelera en tu presencia
Y en tu ausencia el silencio aún fuese más silencio
Encontrarle sentido a despertarme sólo para ir en tu busca
Y encontrarte fuera el premio robado a la vida?
¿Qué voy a hacer si un día descubro que te necesito?
Que ya no sé caminar si no persigo tu falda y tus tobillos
Y tus manos y tu cintura se vuelvan utopías febriles
Si ya no encuentro placer en otros labios
Ni quisiera otros labios ni sus besos, ni sus caricias
Si sólo me importase reencontrarme en tus palabras
Reflejarme en tu pecho y en los bucles de tu pelo
Aunque me costase la vida, el futuro, mi dignidad ausente
Mis años gastados y mi reputación por los suelos
¿Qué haré si un día quisiera hacer posible lo imposible?
¿Qué haré si llega el caso de que no importe lo que digan?
Ni lo que digo, ni lo que pienso ni piensen
Ni lo que nadie opine y solo tú importes y tu sonrisa
Que perderme contigo fuera la mejor aventura
Y descifrarte a ciegas el único reto interesante
¿Qué voy a hacer si un día descubro que me muero por tenerte?
Que tu silueta y tu perfume valen la pena de una locura
Que mis versos sólo quisieran esculpirte o mi aliento
Se perdiese en tu recuerdo desdibujado en la distancia
Que si al infierno sólo se entrase a través de tus labios
Este reo ya se siente condenado para siempre
Me envenena el alma preguntarme si eso ocurre
¿Qué haré si un día descubro que te quiero?
Llegado el caso, amiga mía, sólo me resta
una última y desesperada medida
Alzarme a un dios del que dudo su existencia
Humilde, ciego y de rodillas,
Con el corazón en la mano, y suplicarle
Por que tú también me quieras