viernes, 17 de septiembre de 2010

Mereces tus dudas
Las preguntas que no tienes
Sus respuestas
Mereces el silencio que pides
El destino que buscas
El deseo imposible
El freno que pisas
El tiempo en las manos
Las Manos del Tiempo, mereces
Un sol a estrenar cada mañana
El canto de un cisne, un poema
al despertar
Que me acuerde de ti
a estas horas
Mereces
El rugido de un león en tu bolsillo
Un mapa de carreteras con un norte
Creer lo que no quieres creerte
Mereces
Dos horas más de sueño
Dos sueños más al día
Dos días de regalo, te mereces
Un descanso, un aplauso, un beso
Mereces que te quiera, que a veces te odie
Un grito a la espalda, un monstruo asustado
bajo tu cama. Te mereces el tiempo
Tu tiempo, mi tiempo, el tiempo
Soltar un gancho de izquierda
Volar en dirección opuesta
Reinventarte de nuevo esta noche
Hacerte cenizas, olvidar el olvido
Mereces, un segundo intento
Y un tercero
Levantarte tú sola, que puedes
Creerte, soñarte en futuro imperfecto
Decirme a la cara mil cosas
Mirarte al espejo sin miedo
Caer, saber que eres carne
Que duele, que siente, saberte humana
Fallar si es preciso. Mereces equivocarte
Acertar y equivocarte
Y acertar de nuevo y reírte
Y reirme y reirnos y reirse
Una sombra de payaso de colores
Un zapato de cristal de cenicienta
Un amigo pesado que no deje
De recordarte que importas
Lo guapa que eres, lo lejos que estás
Lo fácil que es lo difícil
Lo difícil que es todo, a veces
Mereces merecer y merecerte




Quiero volver a verte sonreír
Reflejarme a través de tus ojos castaños
Como un eco de cuerda en tus silencios
Robarte un secreto a voces, temprano
De esos que nunca dices
Quisiera confesarte en un verso
Todas mis palabras inquietas
Que salieran de paseo con las tuyas
A emborracharse de Abril
Compartirte de contrabando
En la misma línea del horizonte
Donde juego a nacer y morir
En tu nombre
Me basta saberte para ser feliz
Con un trago de tu miedo en mi garganta
Y brindar por las preguntas sin respuesta
Debajo de tu ventana
Quiero volver a verte sonreír
Aunque me cueste la vida
Aunque me falte el aliento
Y a veces me hunda
Regalarte mis latidos más profundos
Y mis noches en vela
Quiero encadenarme a tu destino
Sin prisa
En cada uno de mis poemas




32.

Estoy lleno de amaneceres
Con horizontes de ceniza y transparencia
Soy del color de la Luna llena
Desdibujado en boceto
Me falta un soplo para completar mi aliento
Un nombre de arcoiris en la ventrana
Mi corazón de tinta derretida
Se hace agua y se filtra por las grietas
Se me llena el pensamiento de azucenas
Que florecen en labios de almendra

Soy el buscador eterno que nunca busca
Y he vuelto sobre mis pasos tantas veces
Que tropiezo con mi sombra de regreso
De la calle imaginaria donde apareciste

Si es pecado lo que hago y lo que siento
Sé que me espera el peor de los infiernos
Porque el Cielo se ha llenado con tu nombre

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